miércoles, 25 de abril de 2012

Despertares

8 comentarios
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El bocinazo purificador de Luis Carlos Cotelo
No le voy a preguntar si le duele, me va a contestar que es muy obvio, mejor dicho, que es muy obvia la pregunta, o estúpida, poco meritoria. Y entonces no pregunto.
Dos mujeres esperan sentadas con las carteras sobre las piernas hasta que pase el ómnibus. Son las tres de la mañana de un viernes. Parecen compañeras de trabajo recién salidas del mismo. Considerando el punto crucial de avenidas: Boulevard Artigas y Agraciada, supongo que podrían salir de un supermercado, o un “veinticuatro horas”. Cambio de turno, trabajaron las primeras doce horas, ocho de las doce y salen un tanto más tarde porque se quedaron conversando.
  
  Una de ellas podría estar muy concentrada en sus estudios. Es una conclusión que saco con cada persona que usa lentes de volumen considerable, tanto en aumento como en armazón. La otra está vestida de negro y escucha. Tiene clavada en dos partes de la oreja derecha una pieza de metal que también podría utilizarse para forzar una puerta o espantar a un delincuente.

  La noche está muerta aunque bien iluminada. Hace un rato le había preguntado a la estudiante por el horario de los ómnibus y me habría contestado con bastante amabilidad. No obstante lo cual, la oportunidad de una charla más prolongada se desvaneció pocos segundos después. El ómnibus no pasó a la hora que me dijo, pocos segundos después, las dos mujeres se besan y se van. Una se pierde en la oscuridad, la otra camina hacia Agraciada que está más iluminada.

Ahora caminamos por Boulevard porque no pasó el 546. Nos gusta escuchar y visitar radios de madrugada. Después de Millán la avenida se vuelve más oscura y silenciosa. Antes de cruzar Garibaldi unos perros surgen de atrás de publicarteles con enojo pronunciado. En esa cuadra no hay luces, seguramente vive gente ahí adentro, y podrían ser quince los perros pero no me animé a mirar hacia atrás. Paramos un taxi. Baja un hombre alto con bastante dificultad y buenos modales. Podría volver de un lugar de copas. Es una conclusión que saco con cada persona que deja un vaso arriba del techo del taxi. Arrancamos.

Tengo bastantes ganas de vomitar, Alesis (co-fundador de estacoplando.com) pone cara de asco pero nada tiene que ver mi comentario. Normalmente pone caras de asco. Todo le cae mal, todos los comentarios le parecen desacertados, poco oportunos. Salvo que se trate de Cotelo, Luis Carlos.

Tres y media de la mañana, avenida Garibaldi y Monte Caseros. No hace frío, no hace nada, no sale el sol. El único movimiento apreciable alrededor, cuando cambia de verde a amarillo el semáforo, o rojo. Llegamos a la radio, AM Libre, 1410 AM Libre.

Todavía nos da un poco de miedo la figura de Luis Carlos Cotelo. Hijo de la admiración, esa es la mejor forma de entenderlo. Sabemos que él ya está ahí adentro. Llega temprano, a eso de las dos de la mañana. Su programa, “Noticias con alma” comienza a la cuatro. Ahora faltan veinte minutos y vamos a preguntar en portería. AM Libre no es precisamente una radio. Se distingue por su arquitectura adusta y negra. Diferentes tipos de fierros y metales separan secciones y compartimentos. A esa hora la casi nula iluminación hace más difícil distinguir máquinas y seres humanos.
Cuando llegamos a la entrada principal, no hay portero a la vista. Un segundo después una voz nos pregunta - ¿sí? No,  sí, veníamos  a ver a Luis Carlos, somos amigos – le contestamos, casi siempre con la voz temblorosa. El portero le comunicará a Cotelo sobre nuestra presencia y casi sin darnos cuenta caminos hacia adentro del edificio. Estamos adentro del edificio.

Una mujer de trajecito negro y triste semblante se esconde bajo un gran atril rojo que hace las veces de recepción. Se llama Susana. –hola.
-hola.

Caminamos en silencio hacia el encuentro de Luis Carlos, el conductor de Noticias con Alma. Ahí está, sentado frente a la computadora con los lentes grandes metidos en la letra chica de las noticias que en minutos van a sentir miles de radio-oyentes, seguidores, tontines, depresivos radiales, gente en el campo.

¿Pero cómo andan muchachos? – le escuchamos salir de su boca, y  nos tranquiliza bastante, que nuestra presencia no haya modificada demasiado su rutina y mucho menos su humor. Luis Carlos todavía no nos ve, pero nos aprecia, sigue metido en el reflejo del monitor, faltan pocos minutos pero la redacción de sus noticias es lo que ahora, como todos los días, lo convoca. Tiene una camisa roja, a rayas, un reloj grande, y un tic, un golpeteo de pierna, de zapato negro sobre el piso que confirma que podría haber algún organismo vivo en este momento. Ahora nos invita a sentarnos en un cómodo sillón rojo que nos deja todavía más alejados de su visión. Aceptamos gustosos, sabemos que en este instante corresponde hacer, no hablar.
Che, hace tiempo no veían por acá, ¿qué se cuenta? - nuevamente Cotelo rompe el silencio y hace lo que mejor sabe: descolocar.  En los cinco minutos previos al programa se va a romper el hielo, le vamos a contar en qué andamos, resolveremos varios problemas del mundo y Cotelo dará muestras de buen humor.
Hace un rato, cuando todavía no controlaba la situación, le vi los ojos y tenía sueño.
Ya no.

Cuatro de la mañana, estamos en el estudio principal de AM Libre. “Pónganse cómodos, muchachos, éste es mi lugar, jeje”. El operador pone un tema de Earth Wind and Fire, y cuando la canción explota de soul: “Señores y señores, como se dice habitualmente, ¡muy buenos días! – Luis Carlos Cotelo despierta a propios y ajenos en la madrugada de un sábado montevideano cualquiera. Los teléfonos ya comenzaron a sonar. “Buenos días señor Cotelo, por el tema del Maciel…” -, “¡Coteeeeee….!”, “Cotelo, mándele un saludo acá, a todos los muchachos de la panadería…”, “Ay…Cotelo, no sabe lo que me pasó…”. Luis Carlos podría atender diez llamadas seguidas porque la gente revienta las líneas pero no será posible, porque su rutina indica intercalar noticias, la comunicación con los oyentes y la mención de los auspiciantes que acompañan la propuesta de Noticias con alma. Ahora es tiempo de titulares.

 Enchufado a unos auriculares grandes, comienza la lectura de las principales noticias del día, impresas en hoja oficio y escritas de propia mano en la computadora. La  izquierda marca algún tipo de ritmo en su entonación y también lo comunica con su operador. La mirada de Cotelo es un misterio, sus lentes, bajos sobre la nariz, desconciertan más aún. Cuando Luis Carlos agrega un comentario a la noticia sigue un punto fijo que podría estar más allá de la avenida Garibaldi. Es indudable que mira hacia afuera, el cristal le permite ver el amanecer cuando el programa está por terminar. Ahora la calle está desierta, afuera es Lo negro. En el estudio se respira cierto entusiasmo y no nos falta luz. Un televisor emite la señal deportiva tyc Sports, titilan seis luces verdes todas correspondientes a conexiones y u otras maquinarias propias de una radio. De repente me imagino a los oyentes como un enjambre.
Hay miles despiertos: porteros, peones de estancia, estancieros, insomnes, jóvenes estudiantes, bromistas, filósofos, psicópatas, panaderos, políticos en campaña, adictos a los psicofármacos, tontines, artistas desinspirados, todos adentro de casas, comercios, lugares con paredes y una radio.

Segundos antes de comenzar al programa Cotelo hace mención a un “espíritu encendido”, recita versos, e intenta contagiarnos algo más que buen humor. Cotelo no se toma vacaciones. -“Lo estoy pensando”. “Esto es un estilo de vida”- nos dijo una vez.

El estudio es de polifón gris, el vidrio que da a la calle es bastante grande pero todo lo que la rodea es polifón gris. Cotelo mira hacia afuera, hacia más allá de Garibaldi. Mientras transcurre el programa está solo, hoy es la excepción. Lo acompañan siempre dos carpetas que no convendría tocarle, corre lo mismo para todas sus herramientas de trabajo. La carpeta roja es de plástico y con elástico. Allí guarda todos los papeles en donde reposan los textos de los avisos publicitarios. Una óptica, una bodega, y una empresa de productos porcinos son las grandes estrellas del fichero, pero también un supermercado algo más novel  y últimamente, una casa de burletes. Un secreto: ciertas menciones las improvisa, les da el vuelo original de cada noche, un toque de distinción. En la carpeta naranja de cartón y elástico, guarda notas escritas a mano. Frases, reflexiones, textos históricos finamente seleccionados.

A las seis de la mañana, Cotelo no dará la mano, y mandará una pausa. Sabe que estamos contentos de haber compartido un rato con él, pero debe seguir con el programa. Los teléfonos siguen sonando sin parar, lo indican las luces verdes todas prendidas al mismo tiempo. Prometemos pronta visita. Ya estamos fuera del estudio y lo vemos de vuelta enchufado a los auriculares con las noticias.
A medida que nos alejamos todo se va apagando, en el hall oscuro de AM Libre saludamos a Susana y salimos a la calle. No hay nadie.
Como es temprano nos vamos a visitar otra radio que en  este caso será Sarandí.
Conversamos sobre programas de tarot con nuestro amigo Jaime Clara. A las nueve de la mañana nos vamos. Detrás de un pequeño atril una mujer joven con camiseta de Brasil nos responde sin muchas ganas- chau.

8 comentarios :

  1. Muy buen post.

    Gente, ¿de cuándo es esta visita?

    Saludos.

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  2. Gracias fedecalvo, y ponele que hace un mes.

    abrazo

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  3. APLAUDAN APLAUDAN Y NO PAREN DE APLUDIR. Enorme crónica.
    Nunca escuché a luis carlos, por una cuestion de horarios, siempre escuché pedacitos grabados.

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  4. muchas gracias ana! Fijate en el archivo de acá que hay bastante material de Luis Carlos.

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  5. Hola!! Alguien sabe por que es imposible escuchar Radio Maldonado en celulares mediante Tunein????

    Abrazo
    Marcelo

    Buenos Aires

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    1. Es probable que esté mal indexada la dirección del stream de la radio. Si se los mandás corregido a Tunein ellos lo arreglan.

      Saludos.

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  6. Y otra cosa... Por favor me gustaria saber de algun sitio de grabaciones de publicidades viejas de radio de Uruguay
    Muchas gracias

    Abrazo
    Marcelo

    Buenos Aires

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    1. Un sitio específico de eso creo que no hay. Sí podés encontrar en Youtube.

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